CUIDADO

 Cuando es tarde en la noche no debes llorar a tus muertos. Es malo. Si lloras por ellos con amargura o con sentimiento de culpa, ellos lloraran contigo. Y se meterán en tus sueños hasta que logres verlos.

Si hiciste algo malo, ellos ya te perdonaron.

Si tú lloras porque los has perdido tampoco es bueno. Sus sombras empiezan a invadir tu cuarto con su presencia, el lugar se torna pesado, sus recuerdos entran a tus sueños, toman posesión de tu cerebro hasta que se transforman en pesadillas de todo tipo.

Es malo pensar mucho en los muertos antes de dormir. Porque eso los atrae a tu alrededor. Y cuando estás dormido se sientan al lado de tu cama, o se acuestan contigo, y te abrazan, hasta que despiertas con el corazón agitado y con sed. Y cuidado se te ocurre ir a la cocina por un vaso de agua. Justo van detrás de ti. Te siguen. Son capaces de llevarte con ellos a su mundo espiritual del que nunca más podrás regresar.