EL GRAN AMOR DE TU VIDA

Dicen que todos tenemos un gran amor en la vida y ni tú, ni él, ni ella y ni yo, somos la excepción.

Y es que esos amores son tan especiales en nuestra vida, porque una vez que entran en nuestro corazón, difícilmente alguien logra sacarlos.

Nos llevamos casi media vida intentando encontrar a alguien parecido a ellos, qué solo perdemos el tiempo, porque en nuestra mente sólo existe él o ella.

Es tan hermoso cuando vives ese momento con el gran amor de tu vida, porque todo absolutamente todo es bello y especial, podría jurar que nacimos el uno para el otro, pues cuando disfrutamos de esa bella relación todo es amor, amor y más amor.

Agradecemos a la vida y a Dios, por darnos la gran oportunidad de haber conocido a esa persona tan especial, qué un día llegó para marcar un antes y un después.

Los amores de nuestra vida, son esas personas capaces de vencer esos miedos y qué por mucho tiempo, vivimos engañados que no podría existir esa persona con todas las cualidades y requisitos que soñamos.

Y es qué si hacemos un recuento de todos esos días, meses o años que compartimos con ellos, jamás terminaríamos por contar toda esa bella historia.

Tal vez en este momento y con estas letras, se vino a tu mente ese gran amor y recuerdas como eras tú antes de él o ella, piensas y muchas veces reclamas al destino. Por qué esa persona llegó a destiempo a tu vida si encajaban perfectamente?

Por más que intentes buscar una respuesta exacta a esa pregunta, nunca lograrás encontrarla. ¿Y sabes por qué? Porque nos negamos y nos cerramos a la idea de que nadie podrá ocupar ese espacio vacío que ese amor dejó.

Es ahí entonces cuando nosotros mismos nos cerramos las oportunidades de conocer a otras personas y porque no, darles esa oportunidad que todos merecemos en la vida. Pero qué pasa, en algunas parejas aplica porque lo llaman amor de mi vida, mientras viven el momento con él o ella.

También lo llaman así, porque no han tenido la oportunidad de amar intensamente a alguien como lo hiciste tú o yo.

Pero cuando nos enamoramos de verdad. Cuando entregamos todo lo que tenemos. Cuando ponemos nuestra felicidad en las manos de otra persona, es justo en ese momento cuando descubrimos lo que realmente es estar enamorado del gran amor de tu vida.

En algunos casos ese amor perdura hasta el último suspiro de vida, es decir; lo conociste cuando no tenías las más mínimas intenciones de enamorarte y aún con la muerte le sigues amando, porque de verdad ese gran amor perdurará hasta en la otra vida.

Pero también existen esos grandes amores como el mío o como el tuyo, que llegan tarde a nuestra vida y qué por más que deseamos tenerlo, vivirlo y disfrutarlo al máximo, no podemos porque ya existe una persona con la cuál decidimos formalizar, y aunque no lo amemos ya no podemos renunciar a él o ella, porque ya existen hijos, incluso nietos.

Es en ese momento en donde la tristeza nos absorbe por no haber podido consumar ese gran amor de nuestra vida, y tenemos que vivir siempre con eso, ya sea porque no tuvimos el valor de dejar a la familia e ir en busca de él o ella para vivir el llamado y vivieron felices para siempre o simplemente porque él o ella se cansó de esperarnos y decidió ir en busca de su felicidad.

Querido lector, déjame decirte algo muy importante que tal vez todos los días de tu vida lo recuerdes.

Después de haber experimentado ese bello momento de conocer al gran amor de tu vida, te das cuenta que nadie, absolutamente nadie te podrá venir a contar lo que es amar a una persona con todo tu amor y con todas las fuerzas del mundo.

Porque el gran amor de tu vida, solo una vez lo llegas a conocer, los demás sólo son intentos fallidos de querer encontrar alguien parecido a ti o a mí.

John Valero